sábado, 29 de enero de 2011

Resulta que eramos peces de piscifactoría


Internet nos ha acostumbrado a tantos servicios tan útiles y gratuitos, que casi nos ha costado creer que todo eso fuese nuestro, que estuviese a nuestra disposición sin ninguna obligación e ilimitadamente. Era contrario a nuestra experiencia en un mundo físico en el que en general tienes que pagar por todo. Así poco a poco hemos olvidado que todas estas marcas que nos regalan un acceso ilimitado a la información o al contacto con otros son en realidad empresas, sujetas a los avatares del mercado y de las decisiones de sus gestores, con accionistas e inversores que esperan un retorno de su inversión y con consejos de administración, control de gestión y contabilidad.


Así, un día nos levantamos con el susto de que Del.ici.ous podía desparecer porque Yahoo había decidido reducir coste y desprenderse de ese servicio, tal vez venderlo a un tercero. Por un momento el pánico se apoderó de nosotros y pronto la red estaba llena de modos y consejos para salvar nuestros enlaces, esos que llevábamos años coleccionando y que tenían un gran valor para nosotros. Al final no ocurrió, pero nos mostró por unos días nuestra fragilidad. Hoy en un debate que teníamos con profesores innovadores se planteaba ¿qué pasaría si un día desapareciera Blogger o Wordpress?¿que sería de todos nuestros contenidos y los de los alumnos? Vivimos como si esto fuera para siempre pero Internet es una Beta constante y lo que en un momento es el servicio de moda puede declinar e incluso desaparecer en unos años sustituido por otro. Ya casi nadie habla del Messenger y, sin embargo, hace dos años apenas era la vida entera de los más jóvenes que ahora pueblan lugares como Tuenti.


A qué viene todo esto se preguntará el lector, pues voy al grano. Esto viene a que el otro día repasando las noticias de la prensa encontré esta sobre Facebook en la que decía: "Facebook asociará publicidad a las actividades de sus internautas". Anunciará las actividades de los miembros de esta red social en relación con una marca y se decía también que este sistema publicitario no podía desconectarse. Es decir, si dices te gusta alguna publicidad de una marca esta acción se resaltará en tu página como si fuera parte de un anuncio, pasas a ser parte de la publicidad ya que, como dice Facebook, has realizado una acción pública y voluntaria.


Leí la noticia y me quedé un momento pensando que era el primer paso directo en la gran batalla por la publicidad que Facebook-empresa va a tener contra Google-empresa, con los usuarios como piezas de juego, con sus gustos, perfiles y rastros digitales como valores. La batalla por la que Google ha tenido que cambiar de CEO y que lleva meses preparándose, Facebook ya ha tenido algunos meses más tráfico que Google en Estados Unidos y eso no es gratuito, eso tiene un gran valor, "hay otro gran pez en la pecera", el casi-monopolio de la publicidad en Internet que tenía Google puede acabar.


Entonces caí en la cuenta de que todas estas herramientas nos habían hecho sentir durante mucho tiempo como peces libres en un mar de posibilidades, infinitas posibilidades, libres de las limitaciones del mundo analógico. Sin embargo, todos aceptamos términos y condiciones de uso que no leemos y con ellas cedemos la propiedad de nuestras fotos, de nuestras manifestaciones y los conflictos han de dirimirse frente a jueces de California o quien sabe donde. Poco a poco Facebook había conseguido 500 millones de usuarios, que no vagaban libres por un mar de información y contactos como creían, sino que estaban dentro de una gran red (esta de pesca) y ahora la empresa había empezado a izar esa red para recoger su "pesca".


Pensábamos que éramos peces de mar y en realidad eramos peces de piscifactoria, criados y alimentados para ser comidos, para dar un rendimiento económico. Es importante que tomemos cuenta de esto pues estos servicios de Internet tienen debajo una lógica económica que no es diferente en sus fines que el resto de la economía, nos sorprenderá con sus medios pero es importante que no nos engañemos en sus fines. Nosotros somos el verdadero valor y tenemos que meditar que parte de él queremos ceder y a qué precio. Recordad, estamos en una piscifactoría, repetíroslo cada vez que subáis una foto, un comentario, un "me gusta".

4 comentarios:

Georginacat dijo...

Esto me recuerda a los inicios de las tarjetas bancarias y a las domiciliaciones de recibos: todo eran ventajas y facilidades y a los particulares no nos cobraban por ello y cuando ya todos estuvimos en la red, zas!!...y ahora a pagar comisiones por todo y a ver como te lo montas para pagar el agua, luz, teléfono, etc., si no es por domiciliación. Parece que la historia no nos sirve de mucho.

Franck dijo...

Muchos conceptos distintos en esta entrada Pepe.

* En este mundo, el propósito de la empresa es muy claro. Los servicios gratuitos sirven para dar visibilidad y/o captar una base de usuario suficientemente grande para poder monetizarla con publicidad. Ni más, ni menos. Es un modelo muy arriesgado y costoso en capital, pero el que triunfa para cada 100.000 que fracasa) suelen forrase
* Donde están los estados, y que alternativas ofrecen? Y porque no un Facebook de la UE, 100% gratuito y libre de publicidad para siempre. Cada vez más se mezclan intereses económicos & políticos, y esto es malo para el ciudadano
* Al leer tu articulo, también me hace pensar que somos peces de piscifactoria como empleado en una empresa, como contribuyente con Hacienda, etc...
* Me imagino que vas a montar un blog propio y alojarlo tu mismo, ¿verdad? Seria coherente con el discurso

Fantástica entrada para una reflexión dominguera

CASANY 1973 dijo...

Al final muchas veces se nos olvida que las Empresas están para maximizar beneficios... la verdad es qe esa posibilidad de que un día te despiertes y tu red social y tu blog no funcionen, me crea una ansiedad que me hace pensar en lo rápido que pueden las tecnologías cambiar nuestros hábitos.

Juan Nieto dijo...

Franck "un Facebook de la UE, 100% gratuito y libre de publicidad..."

El estado NO es gratuito, lo pagamos todos con nuestros impuestos.