El otro día, comiendo con Dioni Nespral hablábamos de los blogs y de como era el momento de movilizarnos y hablar algo más de esta crisis que se nos ha fabricado sin que nos diéramos cuenta. Nosotros veíamos sólo el aumento del precio de los pisos y los "pelotazos inmobiliarios" que se estaban produciendo, pero por debajo se iba tejiendo una red que soportaba toda esta burbuja y que al romperse en la mayor economía del mundo, ha amenazado con llevarse por delante, esta vez no solo a un sector sino a toda la economía mundial.
El pasado domingo leía un excelente especial que publicaba EL PAIS de los Negocios con el título: "Diez días que cambiaron el capitalismo" y donde escribían pensadores y economistas como: Paul Krugman. Paul A. Samuelson, Joseph Stiglitz, Thomas L. Friedman, Javier Santiso ...... La primera frase que me llamó la atención fue "que se jodan" , que parece ser que es la frase más oída en los bares cercanos a Wall Street y referida a los banqueros de inversión. Pensaba en ella y en cómo han podido acumular ese odio en gente que no es ni siquiera de su mismo sector, cuando otro artículo explicaba el origen de esta crisis con estas palabras: "las entidades concesionarias de hipotecas en EEUU han concedido prestamos que un análisis mínimamente prudente habría considerado inviable, esto se hacía apoyados en la facilidad con que podían transferirlas a otras entidades financieras. Estas entidades adquirentes (maravillas de la ingeniería financiera) empaquetaban las hipotecas en más que opacos productos estructurados, para colocarlas, también con total facilidad y no poco rendimiento, a inversores y a otras entidades. En tercer lugar, estas últimas instituciones, han adquirido y vendido productos con riesgo incierto (y altísimo)......En cuarto lugar las agencias calificadoras que han evaluado mal el riesgo....Finalmente las autoridades reguladoras y supervisoras, que han permitido un negocio...incluso fraudulento". En definitiva "Un modelo de negocio basado en al transferencia generalizada del riesgo (para que otros arreen con las consecuencias".
Cuando lo leí varias veces, y gracias a que había visto hace tiempo una versión humorística de esta explicación (por desgracia la versión subtitulada en español ha desaparecido), me dí cuenta de que este esquema de "paga el último" me sonaba de casos muy trágicos. ¿no os suena un poco a las historias del caso del aceite de colza? ¿o cuando un traficante adultera la droga para que pueda vender más, metiendo sustancias peligrosas o inertes, le da lo mismo, puesto que las consecuencias (el riesgo) queda lejos (se transfiere) pero la ganancia queda cerca? ¿o el caso reciente de la leche en polvo china adulterada? .
En todos es lo mismo, el mismo esquema: YO me enriquezco y el que esté al final de la cadena que cargue con las consecuencias, me da igual, cada uno que gestione su propia vida. En todos los casos el que está en el extremo no te importa nada o incluso crees que se lo merece por pobre o por tonto. Recuerdo la charla que Michael Douglas (Gekko el magnífico) da a los accionistas de una empresa que acababa de comprar, en la película Wall Street de Oliver Stone, y en el que decía "la avaricia es la que ha hecho grande a este país". Merece la pena repasar de vez en cuando esa película para ver que los pecados de los 80's se han vuelto a producir en el nuevo siglo pero con una magnitud aumentada. No sólo vuelve ABBA, también lo hace la avaricia
Por otra parte uno se siente raro en medio de una crisis tan brutal, como si el mundo estuviera explotando alrededor y uno no hubiese sufrido todavía ninguna daño. Imagina la sensación de un soldado en una avance de infantería en línea en el siglo XIX cuando recibía una descarga del enemigo y veía caer a muchos a su lado y el no sentía nada, ninguna herida, ningún dolor ¿o estoy muerto o tengo mucha suerte?. Esto no se ha acabado señores y no sabemos todavía si seremos bajas o supervivientes, pero lo que si parece es que todos debemos decir al mismo tiempo ese "fuck them" de Wall Street. Porque todos los que hoy están al borde de la quiebra en sus pequeños negocios, que asisten al embargo de sus pertenencias, del trabajo de su vida, por la falta de crédito en el mercado para pagar sus deudas o cobrar sus trabajos, o que pierden su trabajo por los recortes de costes, los que incluso enferman o se suicidan por estas causas, todos ellos son víctimas de esta avaricia que ha vuelto a recorrer el mundo en estos últimos años.
YO, YO, YO, YO, muchos yos y pocos nosotros dan esta situación como consecuencia. Sin embargo, seremos NOSOTROS los que paguemos el egoísmo de los YOS, mientras, como cuenta hoy Expansión, ellos acaban con las últimas barritas Mars de las máquinas.
En fin, todo esto está pasando y pasará y como dicen los consejeros sentimentales tras las rupturas: "No ansíes el pasado. Te animamos en su lugar a tener sed de futuro". El que pueda hacerlo será afortunado.
Hoy mismo el profesor Alvarez de Mon, también en Expansión sacaba lo único bueno de una crisis como esta. Él, que siempre considera que el carácter es lo que hay que reforzar a lo largo de la vida como nuestro seguro en los malos momentos decía que "Esta es una de las ventajas de la adversidad, visita siempre inoportuna, que traza de un modo muy nítido la línea que separa personas normales que se crecen y tocan la excelencia, de otras asimismo normales que se ahogan en al mediocridad y la insustancialidad. En cada uno de nosotros está la fuerza y la libertad para elegir "
El pasado domingo leía un excelente especial que publicaba EL PAIS de los Negocios con el título: "Diez días que cambiaron el capitalismo" y donde escribían pensadores y economistas como: Paul Krugman. Paul A. Samuelson, Joseph Stiglitz, Thomas L. Friedman, Javier Santiso ...... La primera frase que me llamó la atención fue "que se jodan" , que parece ser que es la frase más oída en los bares cercanos a Wall Street y referida a los banqueros de inversión. Pensaba en ella y en cómo han podido acumular ese odio en gente que no es ni siquiera de su mismo sector, cuando otro artículo explicaba el origen de esta crisis con estas palabras: "las entidades concesionarias de hipotecas en EEUU han concedido prestamos que un análisis mínimamente prudente habría considerado inviable, esto se hacía apoyados en la facilidad con que podían transferirlas a otras entidades financieras. Estas entidades adquirentes (maravillas de la ingeniería financiera) empaquetaban las hipotecas en más que opacos productos estructurados, para colocarlas, también con total facilidad y no poco rendimiento, a inversores y a otras entidades. En tercer lugar, estas últimas instituciones, han adquirido y vendido productos con riesgo incierto (y altísimo)......En cuarto lugar las agencias calificadoras que han evaluado mal el riesgo....Finalmente las autoridades reguladoras y supervisoras, que han permitido un negocio...incluso fraudulento". En definitiva "Un modelo de negocio basado en al transferencia generalizada del riesgo (para que otros arreen con las consecuencias".
Cuando lo leí varias veces, y gracias a que había visto hace tiempo una versión humorística de esta explicación (por desgracia la versión subtitulada en español ha desaparecido), me dí cuenta de que este esquema de "paga el último" me sonaba de casos muy trágicos. ¿no os suena un poco a las historias del caso del aceite de colza? ¿o cuando un traficante adultera la droga para que pueda vender más, metiendo sustancias peligrosas o inertes, le da lo mismo, puesto que las consecuencias (el riesgo) queda lejos (se transfiere) pero la ganancia queda cerca? ¿o el caso reciente de la leche en polvo china adulterada? .
En todos es lo mismo, el mismo esquema: YO me enriquezco y el que esté al final de la cadena que cargue con las consecuencias, me da igual, cada uno que gestione su propia vida. En todos los casos el que está en el extremo no te importa nada o incluso crees que se lo merece por pobre o por tonto. Recuerdo la charla que Michael Douglas (Gekko el magnífico) da a los accionistas de una empresa que acababa de comprar, en la película Wall Street de Oliver Stone, y en el que decía "la avaricia es la que ha hecho grande a este país". Merece la pena repasar de vez en cuando esa película para ver que los pecados de los 80's se han vuelto a producir en el nuevo siglo pero con una magnitud aumentada. No sólo vuelve ABBA, también lo hace la avaricia
Por otra parte uno se siente raro en medio de una crisis tan brutal, como si el mundo estuviera explotando alrededor y uno no hubiese sufrido todavía ninguna daño. Imagina la sensación de un soldado en una avance de infantería en línea en el siglo XIX cuando recibía una descarga del enemigo y veía caer a muchos a su lado y el no sentía nada, ninguna herida, ningún dolor ¿o estoy muerto o tengo mucha suerte?. Esto no se ha acabado señores y no sabemos todavía si seremos bajas o supervivientes, pero lo que si parece es que todos debemos decir al mismo tiempo ese "fuck them" de Wall Street. Porque todos los que hoy están al borde de la quiebra en sus pequeños negocios, que asisten al embargo de sus pertenencias, del trabajo de su vida, por la falta de crédito en el mercado para pagar sus deudas o cobrar sus trabajos, o que pierden su trabajo por los recortes de costes, los que incluso enferman o se suicidan por estas causas, todos ellos son víctimas de esta avaricia que ha vuelto a recorrer el mundo en estos últimos años.
YO, YO, YO, YO, muchos yos y pocos nosotros dan esta situación como consecuencia. Sin embargo, seremos NOSOTROS los que paguemos el egoísmo de los YOS, mientras, como cuenta hoy Expansión, ellos acaban con las últimas barritas Mars de las máquinas.
En fin, todo esto está pasando y pasará y como dicen los consejeros sentimentales tras las rupturas: "No ansíes el pasado. Te animamos en su lugar a tener sed de futuro". El que pueda hacerlo será afortunado.
Hoy mismo el profesor Alvarez de Mon, también en Expansión sacaba lo único bueno de una crisis como esta. Él, que siempre considera que el carácter es lo que hay que reforzar a lo largo de la vida como nuestro seguro en los malos momentos decía que "Esta es una de las ventajas de la adversidad, visita siempre inoportuna, que traza de un modo muy nítido la línea que separa personas normales que se crecen y tocan la excelencia, de otras asimismo normales que se ahogan en al mediocridad y la insustancialidad. En cada uno de nosotros está la fuerza y la libertad para elegir "
1 comentario:
Buena y profunda reflexión sobre la crisis que vivimos. Creo que se trata más de una crisis de sistema (social, económico, político, ...) que una "simple" crisis económica.
En lo profundo del análisis aparece la palabra avaricia. La podemos completar con egoismo para tener una visión completa de las posibles causas sociales que nos llevan al momento en el que estamos.
Occidente está sufriendo está crisis económica, o solo nos quieren hacer ver la crisis económica pero insisto en que hay más (particularmente en España), pero ¿qué lleva ocurriendo en paises subdesarrollados desde hace muchos años?. Pues la avaricia de unos, el egoismo de otros, los intereses de ambos.
Insisto, crisis de modelo y coincido: basado en el yo.
Un cordial saludo
Publicar un comentario